en coche,
pero mucho más, a pie
y en algún tranvía
Por suerte conocimos el Sumol de naranja
Y comimos muy rico siempre
Con sus veredas, y sus veredas con hormigas
Salir a recorrer
a mirar
a encontrar
con un pibe que ya está muy grande
a quien es fácil entusiasmar
y que él mismo nos contagia el entusiasmo a nosotros
aunque cada día nos propusiéramos trayectos larguísimos y fuera cansador
Nos renovamos
Y volvimos mejor que antes
Y con muchas ganas
de seguir viajando
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