Como saben, el pasado 7 de septiembre empezaron las clases acá en Madrid. El colegio los esperaba con sombras nuevas para el patio, y ellos llegaron con muchísimas ganas de jugar.
Este año, luego de unas semanas de aclimatación, Milo empezó a ir al comedor, y fuera de todo pronóstico, parecería que está contento con el cambio.
Yo tengo el temita de que nunca me acuerdo de sacarle fotos cuando estamos allí, lo siento
Pero sí tengo varias de cuando voy a buscarlo, que merendamos y nos vamos a algún parque (o nos quedamos directamente en el patio de la escuela, según sus ganas)
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