Empezamos desayunando por segunda vez con Ana, Pablo, Pablo y Nora (sí, dos Pablos)
Hasta teníamos bastón de escaladores
pero al final era más divertido ir eligiendo palos por el camino
y Milo se caminó todo
nos encontramos alguna cueva
fuimos por caminos más difíciles
escalamos un poco
nos alimentamos
jugamos mucho
contemplamos
hubo alguna sesión de autofotos
y al final cayó rendido en mis brazos, literalmente (como nunca cuando era bebé)
(y un poquito, nos enamoramos de Nora)
que valiente en la caverna!!!
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