Fuimos a una playa de Atenas, no en el centro mismo, pero no muy lejos tampoco.
Hay que pagar entrada pero eso incluye sombrilla y tumbonas para todo el día
Milo no quiso saber nada con el sol, ni con la arena ni con el agua, que estaban tan maravillosos
Ni con dormir la siesta, que era justo lo que necesitábamos.
Pero estuvo hermoso igual
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