sábado, 7 de mayo de 2016

Zoo valenciano

El domingo Mariano encontró un tesoro: una caja llena de muñecos que alguien había sacado a la calle. Elegimos los que nos gustaban y los limpiamos bien. Apartamos los que nos parecieron pequeñitos y los dinosaurios (que aun no llamaron la atención de Milo). Y los animales de zoo los metimos en una bolsa. Al día siguiente nos fuimos los tres al zoológico, y los animales fueron apareciendo mágicamente mientras mirábamos a los reales. La reacción frente al primero fue que se asustó por un segundo, pero al segundo siguiente lo agarró con todas las ganas. Le llevamos una bolsa de tela para ir guardándolos, porque a medida que iban apareciendo y no le daban las manos, tampoco quería soltar los que ya tenía. Anda como loco con sus "nanas".



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