Ayer por la tarde, después de la siesta, merendamos, jugamos con el tren de madera, leimos cuentos, preparamos la cama de la abuela, jugamos con la cocinita nueva y lavamos juntos todos los accesorios que trajo, bailamos, etc.
Hasta que a eso de las seis de la tarde Milo se cayó de la silla con ruedas y se dio un super golpe en la boca. Se partió un diente (una de las paletas, una puntita). El labio no se lastimó. La encía le sangró un poco. Rápidamente Mariano pasó a buscarnos y nos fuimos al hospital. Allí lo vieron dos médicos y confirmaron que no había ninguna fractura. Después nos fuimos a la casa de Carlos, el socio de Mariano, y lo revisó su mujer, que es dentista pediátrica. Confirmó el diagnóstico y dijo que como el diente se rompió muy poquito, seguramente no le de sensibilidad. Tanto en el hospital como Carla nos recomendaron darle antibiótico, paracetamol o ibuprofeno si le duele, y limpiarle la boca después de comer con una gasita con suero o agua. Por ahora, dieta blandita.
Ya en casa se comió dos yogures, miró a Garfield y se fué a dormir super tranquilo a las once, como está haciendo ultimamente. La noche fue muy tranquila también.
Hoy amaneció de muy buen humor. Quizá tiene un poco hinchado el labio, pero al encía no. La encía no sangra, pero si tiene un poquito de moretón.
Pobre pepinito!
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