Al estar unos días sin Mariano, Milo maduró muchísimo en relación a él. Se nota que lo extrañó mucho mucho, y cada sábado que vino su papá no quería dejar de estar upa suyo. Y no sólo los sábados, porque hasta ahora sigue igual. Todo el tiempo upita de papá. Hasta lo dejó dormirlo de noche alguna vez y todo.
Y este video es porque sí:
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