A la mañana siguiente que volví a Madrid fui al ginecólogo y fue la primera ecografía. Lo primero fue escuchar los latidos, que me sorprendieron ya que no sabía que el corazón es de las primeras partes que se forman. Aunque no se ve en la imagen, el bebé tenía una cabeza con forma cilíndrica masomenos del tamaño del otro cilindro que era su cuerpo, del que salían brazos y piernas como si fuera un inflable, todo hacia distintas direcciones. Quedé muda sin posiblidad de preguntar nada. Y sin poder sacarme de la cabeza la imagen de lo que había visto por varios días.
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